sábado, 27 de noviembre de 2010

Dr. Jekyll & Mr. Hyde

La casa del Dr. Jekyll tenía dos puertas. Una daba a una hermosa plaza y la otra a un callejón sombrío. Por ellas entraban y salían de sus contradictorios mundo el investigador que desafió con sus experimentos a la Providencia y el personaje monstruoso que él creó a través de su propio desdoblamiento. Dos puertas que simbolizan los dos lados enfrentados y atrayentes, en los que habitan no sólo el Dr. Jekyll y el maléfico Mr. Hyde, sino, todos los humanos. Porque esta claro que tenemos dos caras. Los seres humanos somos paradójicos. Existe en nuestra esencia bondad y maldad, dignidad e indignidad, inteligencia y torpeza. Nos seria conveniente saber mirarse al espejo de los dos lados, valorarse y sorprenderse en las dos actitudes de la vida y valorar, de verdad, cuál de las dos es la más auténtica, cuando se alteran y cuál podría llegar a adueñarse de la otra, para decir, como dijo Jekyll: "ese también soy yo".

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