lunes, 22 de noviembre de 2010

En el Recuerdo

A ti la que me inspira obedezco y deseo...
 
A ti la que me inspira obedezco y deseo
a tu invisible huir y tu errante venir
hacia la honda cuna del ritmo tú me llamas
trayéndome la concha de la profundidad.

Son sin fin son sin fin los diluvios caídos
corazones que a tiempo probaron su fragancia
aquí están todavía las palabras perdidas
y yo compongo un verso de saber y perdón.


Carlos Edmundo de Ory

1 comentario:

  1. Qué recuerdos... Hacía años que no leía este poema.
    ¡Wow! ¡Soy tu primer comentario!
    Bienvenida a la casa de locos... Digo... Blogger.
    Un besote.

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